Con energías renovadas, como no podía ser de otra forma, tras la Semana Santa, comenzamos este nuevo microciclo de trabajo avanzando en nuestro periodo transitorio.
¿Qué os parece si lo hacemos con un reto interior?
Una de las oportunidades que me ha dado este confinamiento ha sido poder leer, “El hombre en busca de sentido” de Victor Frankl, donde el escritor narra a la vez que estudia sicológicamente su periodo de confinamiento, y el de sus compañeros, en un campo de concentración durante la II Guerra Mundial.
Para no hacer spoiler solo quiero detallar que el escritor, siquiatra y filósofo austriaco, descubre que la mayor cualidad que ayuda al recluso a permanecer en el campo y poder sobrellevar la crueldad y el sinsentido de lo que allí se vive es tener fuerte la presencia de objetivos que quiera cumplir al finalizar el periodo de reclusión.
Hemos sido capaces con un excelente trabajo de adaptarnos a la situación actual, aceptarla y preparar nuestro día a día en base a un trabajo emocional potente y a unas sanas acciones de descanso, nutrición y ejercicio que nos potencian. La proposición para esta semana es concretar esas ideas, reflexiones y pensamientos que nos van viniendo constantemente a la mente durante el día y enfrentarlas a nuestros valores mas íntimos, los propósitos que tenemos por delante y la misión que queremos desempeñar en la vida, la personal y la profesional.
El reto por tanto consiste en pararnos a sentir y si queréis luego escribir, grabar audio o incluso dibujar, la construcción de tres objetivos para nuestra vida. Lo haremos contestando en primer lugar a estas cuatro preguntas:
- Detalla de 3 a 5 valores mas íntimos para ti, aquellos a los que jamás renunciarías.
- ¿ Cual es tu propósito en la vida? Que quieres conseguir en ella. Date tu tiempo para meditar la respuesta.
- ¿ Cual es tu visión? Para que quieres llegar al propósito anterior- Es una pregunta que obligatoriamente debes responder con un “para” como preposición. La mente te llevará al “porque”. El “para” te conecta muy dentro de ti.
- La Misión. ¿Cómo quieres llegar a ese propósito? Cual es el legado que te gustaría dejar a tu entorno sobre la forma de conseguir tus sueños.
Te puedo asegurar que trabajar estos cuatro aspectos son uno de los ejercicios de mayor conexión que podemos tener con nosotros mismos, ya que nos conectan con nuestro verdadero ser y nos impulsan hacia definir los objetivos desde lo mas íntimo de nuestra, hasta ahora, conocida personalidad.
Es ahora cuando ya podemos concretar nuestros objetivos y acomodarlos dentro de los cuatro parámetros creados: Valores, propósito, visión y misión. Cualquier reto que nos planteemos y que dudemos a la hora de afrontarlo tan solo debemos chequearlo a las preguntas anteriores. De esa forma podremos encontrar si verdaderamente forma parte de nuestro sentido de vida.
Como define Victor Frankl en el libro antes citado “No importa lo que esperemos de la vida, sino que importa lo que lo que la vida espera de nosotros”. Podemos descubrirlo y podemos ir a por ello con una conducta firme, un ejemplo continúo en nuestro entorno y una sonrisa que tumbe a cualquier sufrimiento.
“ Quien tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”. Nietzche

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